lunes, 2 de abril de 2018

TRATAMIENTO DEL OJO SECO EN ANIRIDIA


El ojo seco es un cuadro patológico que está causado por cambios en una o más de las capas de la película lagrimal (capa externa o lipídica, capa intermedia o acuosa y capa interna o de mucina) o por cambios en el epitelio de la superficie del ojo.
En pacientes con aniridia congénita se observa que la densidad de las células caliciformes conjuntivales está muy disminuida. Estas células son las encargadas de la producción de mucina. Por otro lado, en el limbo existe una producción deficitaria de células madre progenitoras del epitelio corneal lo que impide la renovación normal de dicho epitelio.
En la actualidad, la restauración de la superficie de la córnea en pacientes afectados de aniridia congénita se realiza mediante tratamientos con lágrimas artificiales o técnicas quirúrgicas siendo las más destacadas, el trasplante de limbo y el implante de membrana amniótica, cuya finalidad es reforzar la estructura corneal y aportar un efecto anti-inflamatorio.
Este estudio tiene la finalidad de comprobar la evolución del ojo seco y de la superficie ocular en pacientes con aniridia congénita después de los tratamientos indicados anteriormente.
Se revisaron 18 pacientes (36 ojos) con aniridia congénita entre los 18 y 57 años de edad que aceptaron participar en el estudio. Trece de los pacientes utilizaban lágrimas artificiales en el momento del estudio, 2 necesitaron un trasplante de limbo en uno de sus ojos y en 4 se realizó un implante de membrana amniótica.
Para determinar el grado de sequedad ocular se utilizó las pruebas clínicas de Schirmer, del tiempo de ruptura de la película lagrimal (BUT) y de la tinción vital con rosa de bengala, además se realizó citología de impresión conjuntival. La citología de impresión es una técnica de diagnóstico médico que consiste en recoger células de la capa epitelial más externa de la superficie ocular mediante un filtro de papel. Es una técnica mínimamente invasiva que aporta información muy interesante.
En cuanto a los resultados del estudio, de los 18 pacientes, cinco no utilizaron diariamente un tratamiento con lágrimas artificiales y se observó que en ellos las pruebas mostraron un mayor grado de metaplasia escamosa. La metaplasia escamosa es un mecanismo de respuesta adaptativa, a menudo reversible, de algunos epitelios ante agresiones externas o estímulos patogénicos del propio organismo, en el ojo, este proceso produce cambios en la forma de las células epiteliales secretoras y no secretoras. Su presencia indica severidad en el ojo seco.
En los pacientes que fueron sometidos a trasplante de limbo no se observó una mejoría significativa hasta los 12 meses después de la intervención. Mejoró la vascularización de la córnea y las alteraciones celulares disminuyeron.
Los resultados de los cuatro pacientes a los que se les realizó un implante de membrana amniótica no fueron significativos hasta los 6 meses, observando una gran mejoría en la superficie ocular pero no tan eficaz como con el trasplante de limbo. A los 12 meses no se observó ningún cambio significativo respecto a los obtenidos a los 6 meses.
Las conclusiones que se obtuvieron en este estudio es que las lágrimas artificiales producen una clara mejoría en los síntomas oculares y una disminución de las alteraciones celulares, lo que permite recuperar en cierta medida el epitelio.
Los resultados del trasplante de limbo, aunque sólo se realizó en dos pacientes, tuvieron en ellos éxito por lo que se propone como el mejor método quirúrgico en la actualidad. No obstante en caso de ser alogénico (de otra persona), necesita inmunosupresión para garantizar una cierta supervivencia a largo plazo.
El implante de membrana amniótica sobre la superficie ocular permite recibir el efecto de todas las sustancias activas que existe en esta membrana, también tiene una gran ventaja frente al trasplante de limbo y es que no necesita tratamiento inmunosupresor (tratamiento previo al trasplante que consiste en administrar fármacos para regular la respuesta inmunológica del organismo y con ello evitar el rechazo de la parte trasplantada). Este tratamiento se asocia a la aparición de efectos adversos.
Por todo ello, se concluye que es necesario el tratamiento con lágrimas artificiales en pacientes con aniridia. El trasplante de limbo y el de membrana amniótica son las técnicas quirúrgicas más efectivas para la reconstrucción de la superficie corneal en estos pacientes.